Esta Navidad, le regalé a mi nueva vecina una lata de frutos secos y M&M's. Ella no estaba en casa, así que lo metí en una bolsa de Navidad y lo puse en su puerta. Quería ser un amigo invisible por una vez. Quería ver su cara, pero no estaba en casa en ese momento. En cualquier caso, me hizo sentir bien. Lo volveré a hacer el año que viene.